La germinación es el proceso por medio del cual una semilla prospera para darle vida a una nueva planta.
Para que esto ocurra, la semilla debe estar en las condiciones apropiadas que demanda su especie.
Si te interesa conocer todo lo que tiene que ver con este tema, vamos adelante porque aquí lo trataremos todo.
¿Qué es la germinación?
¿Cuáles son las etapas de la germinación?
La germinación pasa por tres etapas muy específicas que son:
Hidratación
En esta fase lo que se busca es que la semilla obtenga un buen nivel de humedad con el cual puedan empezar a trabajar los tejidos. Esto permite pasar de tener una sola célula (el embrión) a un organismo pluricelular.
Germinación
Aquí ocurre el proceso como tal y es cuando el embrión se hincha e inicia la formación de la plántula. Durante esta fase se generan muchos cambios metabólicos necesarios para que todo marche como debería.
Crecimiento
Ocurre cuando la radícula de la plántula sale y la planta empieza a crecer de forma normal. Es el punto final de la germinación.
¿Cuál es la función de la germinación?
La función principal de la germinación es la formación de un nuevo ejemplar de determinada especie.
Este ejemplar se caracteriza por ser pluricelular y que conserva las características propias de la planta que dio origen a la semilla germinada.
Se podría decir, en resumidas cuentas, que la función es perpetuar la especie a lo largo del tiempo.
¿Qué ejemplos podemos encontrar?
Con solo colocar algunas semillas de este vegetal en tierra húmeda en un semillero, en poco tiempo se verá un nuevo brote. Cuando en un semillero se tienen varias semillas y al tiempo se obtienen varios brotes, se está ante un caso de germinación numerosa. En esos casos, lo que se suele hacer es retirar los ejemplares que se vean más débiles para permitir que el más fuerte prevalezca. El proceso de germinación de una semilla puede durar tiempos diferentes en función a la especie que se trate. Lo normal es que esto lleve entre 4 y 6 días, siempre y cuando la semilla cuente con las condiciones óptimas para su desarrollo. Dentro de este grupo que germina con rapidez tenemos: el berro, el pepino, la espinaca, la cebolla, el maíz, entre otros. Las especies que son capaces de ocupar más de 7 días son: la sandía, la berenjena, el cilantro, la albahaca, la salvia, etc. La germinación puede ser de dos tipos: epigea e hipogea. En este tipo de germinación los primeros elementos que inician su trabajo son los cotiledones. Estos se ajustan al suelo gracias a una zona que existe entre la radícula y los propios cotiledones, conocida como hipocótilo. De esos cotiledones nacen varias partes que serán vitales para la nueva planta, como los órganos fotosintéticos. Estos órganos, en una primera fase, realizarán las funciones que le corresponde a las hojas. Después, empieza la formación de una nueva parte conocida como epicótilo. Esta será la zona desde donde nacerán las nuevas hojas. Uno de los vegetales que trabaja a través de este tipo de germinación es la cebolla. En este caso, los cotiledones no ejercen un papel tan determinante ya que siempre permanecen enterrados. Tampoco tiene un papel protagónico el hipocótilo. El que sí toma la función principal es el epicótilo que se desarrolla alargándose para darle vida a las primeras hojas. Dentro de estas hojas de una vez se incluyen los órganos fotosintetizadores. Las especies que son características de esta germinación son los cereales, como el maíz. Existen distintas razones que pueden llevar a que una semilla no germine, aunque pareciera que hemos hecho todas las acciones pertinentes. Dentro de ellas están: Para que una semilla germine necesita que confluyan dos elementos: los internos y los externos. Estos están relacionados con las condiciones de la semilla en sí y poco tienen que ver con lo que podamos hacer nosotros como cultivadores. Aquí se establecen temas como: Esta es una condición que se obtiene cuando la semilla ha completado todo el esquema de formación, tanto a nivel fisiológico como morfológico. En la gran mayoría de los casos esta condición se adquiere mientras la semilla está adherida a la planta. Aunque las semillas estén maduras, estas tienen un período de tiempo en el cual son verdaderamente capaces de germinar. En este punto tiene que ver mucho el tipo de especie que se trate y, en algunos casos, las condiciones a las que son sometidas después de su recolección. Pero este tema no debe preocuparnos mucho porque, en general, las semillas pueden durar alrededor de 5 años. En este caso lo que se toma en cuenta son las condiciones a las que son sometidas las semillas para el proceso de germinación. Aquí tomaremos en cuenta los siguientes: Este es el factor más importante porque además de constituirse como una condición, es una etapa de la germinación en sí. La humedad permite rehidratar los tejidos y que estos puedan realizar el trabajo necesario. Por supuesto, no se trata de una humedad excesiva ya que esto podría ser contraproducente. Es el nivel adecuado que debe tener la semilla para desarrollarse óptimamente. En caso de que sea muy fría o muy calurosa, la germinación no será efectiva. Este valor puede encontrarse estudiando de manera previa la especie de planta que se trate. Se trata de la disponibilidad que pueda tener la semilla para acceder a elementos como el O2 y el CO2. Para ello, necesita tener acceso a una buena cantidad de aire que le permita trabajar el metabolismo. Lo recomendable es que la capa de sustrato que se coloque encima de la semilla sea de 6 o 7 veces su altura para mantenerla protegida sin comprometerla. Someter a las semillas a una buena cantidad de humedad es el método más sencillo y eficiente para que estas se desarrollen más rápido. Una forma de hacerlo es humedeciendo la mitad de un papel absorbente o tela y colocando las semillas sobre él, separándolas entre sí. Después de esto, se le colocará encima la otra mitad de papel que está seca pero que atraerá la humedad. Es importante que al hacer esto el material se encuentre húmedo pero no encharcado para evitar que se generen pudriciones. Este papel se colocará dentro de un recipiente con tapa y habrá que revisarlo después de 1 día o 2 para empezar a notar los cambios. En el mercado existen algunos modelos que vienen preparados de fábrica para facilitar la tarea. Sin embargo, los germinadores pueden ser hechos en casa utilizando materiales de fácil acceso, así: El proceso de germinación de las semillas es fundamental cuando se trabaja cualquier tema de jardinería. Es por esta razón que conocer todo lo que se relaciona a la materia sea de interés para los que amamos los huertos caseros.¿Cuánto dura el proceso de germinación?
¿Qué tipos de germinación podemos encontrar?
Germinación epigea
Germinación hipogea
¿Cuáles son las causas por las cuales no germina una semilla?
¿Qué elementos son necesarios para la germinación de las semillas?
Factores internos
La madurez de la semilla
La viabilidad de las semillas
Factores externos
La humedad
La temperatura
El aire
¿Cómo hacer para que las semillas crezcan más rápido?
¿Qué es un germinador?