El carballo es uno de los árboles más imponentes que son posibles de ver en el mundo, alcanzando alturas de hasta 40 metros en óptimas condiciones. Sus hojas caen cada año en la época invernal, lo que deja la sorprendente estructura al desnudo.
Es miembro de la familia de las fagaceae, autóctono de España y con amplia distribución en todo el país y gran parte de Europa.
¿Qué características tiene el carballo?
El tronco es elevado, robusto, de contextura leñosa a la que se le forman grietas en toda su longitud a medida que envejece. Es de color blanco grisáceo. La madera que se encuentra en su interior es de características excepcionales: durísima, con anillos bien definidos, resistente al agua y pesada.
La copa es amplia, abierta, muy eficiente para ofrecer sombra, por lo que es ideal para campos grandes donde pueda expandirse a gusto. Las hojas son grandes, de color verde intenso en la parte superior y un poco menos en el envés. No poseen tomento en ninguna de las dos caras.
Cambian de color ante el descenso de las temperaturas en otoño, por lo que ayudan a recrear el ambiente característico de la temporada. Produce flores poco llamativas en colores amarillos verdosos que pueden ubicarse en solitario o formando pequeños grupos.
El fruto son bellotas que maduran durante el verano para caer después ante la llegada del otoño. Estas forman parte de la dieta de algunos animales.
¿Cómo regar el carballo?
Las necesidades hídricas del carballo son elevadas durante el tiempo de sequía que se manifiesta en verano, por lo que hay que contribuirle con riegos. Este proceso es indispensable mientras sean ejemplares jóvenes, pues al alcanzar la madurez las raíces son capaces de encontrar humedad por sí mismas.
Lo más conveniente es plantear hasta 4 riegos a la semana en función al tipo de sequía y calor que se esté manifestando. En invierno sí que se podría dejar en 1 riego semanal sin mayores problemas.
¿En qué estación es mejor cultivar el carballo?
¿Cómo sembrar un carballo paso a paso?
- Recolectar las semillas desde las bellotas que estén preferiblemente frescas. Si se han almacenado, asegurar que hayan tenido humedad y una temperatura de al menos 2° C para que exista viabilidad de cultivo.
- Preparar el espacio para la siembra, pudiendo ser un semillero o una maceta en función a lo que se tenga disponible. Con el uso de sustrato universal será más que suficiente.
- Enterrar las semillas y regar en abundancia para que todo el sustrato se humedezca y las semillas sean capaces de germinar.
- Colocar en un espacio iluminado, con temperatura más o menos cálida y pulverizar a diario para mantener el entorno con alto nivel de humedad.
¿Qué cuidados necesita el carballo?
Para sentirse cómodo, el carballo prefiere aquellos suelos que son sueltos, frescos y con un buen nivel de profundidad. Es mejor que sean bajos en cal. Es capaz de resistir al frío no tan intenso, como el que se genera en el clima oceánico. Mientras sea una plántula hay que tenerlo protegido.
El abono no es un cuidado que requiera con obligatoriedad para estar sano, pero sí sería capaz de aprovechar los nutrientes del jardín cuando se abona en primavera y verano. También es capaz de tolerar ráfagas de viento cuando ha alcanzado la edad adulta, pero en la juventud es mejor tenerlo protegido.
¿Cómo y por qué podar el carballo?
Lo que sí es importante es trabajar con esmero la poda de formación para asegurar que el árbol esté fuerte y robusto a medida que crece.
¿Qué plagas y enfermedades afectan al carballo?
El carballo es un ejemplar muy resistente en casi cualquier escenario que se le presente, llegando a sufrir poco ante la presencia de enfermedades o plagas. Llega a manifestar clorosis férrica en suelos que son elevados niveles de cal, lo que se verá manifestado en las hojas que se volverán amarillentas.
Este problema será fácil de solucionar aportando una dosis de quelatos de hierro y dándole el tiempo necesario para que logre absorberlos.
¿Qué significado tiene este árbol?
Pero además de eso, la historia registra que en lugares como Escandinavia, el carballo se anuncia como “el árbol de las tormentas”.
¿Cuáles son las especies de carballo más famosas?
El carballo como especie está subdivido en tres subespecies que se hacen famosas en función a la zona del mundo en que estén siendo cultivadas. En el norte de Portugal y el norte de España es común encontrar al broteroana.
En el occidente de España, hasta llegar a Galicia, es común ver al robur. Y en el norte y centro de Portugal, el que domina es el estremadurensis. Cada uno de ellos posee unas condiciones particulares en torno a su estructura (sobre todo de las hojas), aunque al final se trata del mismo roble.
El carballo es una especie excepcional para tener en jardines amplios y obtener como regalo un árbol majestuoso que se volverá un lugar favorito para los calurosos veranos.